No sé de tiempo
Ni de amapolas
Sé de hierro y escarcha,
de la soledad sola,
Cuando nacen las cigarras y el cielo llora.
Cuando nacen los ecos sin voz
Y el grillo canta
En las mañanas y su garganta.
No sé de amores que no fueran
de mentiras engañosas.
Sé de algunas cosas que nacieron
en las espinas de las rosas
Y sé de viento...
Aire, aire y miedo en el cuerpo.
No sé de verdades ni de abrazos
Sé de lazos que sujetan,
de tierra seca y sus grietas,
De tempestades creadas
Y de juncos,
Que aguantan su cuerpo y no se quiebran.
De margaritas sé mucho,
y del croar de las ranas.
No me preguntes que no hay respuesta.
No me pidas, no me llames ,no me quieras
Que estuve enferma de amor... sedienta
Muy bello todo lo que dices en esta entrada Marina, pero lo más bonito es como poetizas ese pensamiento o sentimiento del no saber de cosas bonitas. Un poema precioso con un final regio y que he disfrutado leyendo.
ResponderEliminarUn abrazo y que pases un bonito octubre, a pesar de las circunstancias que vivimos.
Hola Elda, No importa (bueno sí) pero quiero decir que el no saber de cosas bonitas, no quita que no busquemos la belleza y que admiremos lo no conocido cuando lo encuentras, personalmente encuentro de una belleza exquisita las palabras y las personas que las utilizan para hacer el bien, Las personas como tu, Gracias, A mi me hace mucho bien escribir, aunque no siempre hablo de mì, si suelo escribir en primera persona, Un abrazo y cuidate mucho,
ResponderEliminarTiempo sin leerte y saludarte, te envío un abrazo Marina mhycxc
ResponderEliminarOtro para ti Pilar, en este tiempo dificil , nos sigue quedando la palabra para abrazarnos y desearnos salud y suerte!!!
ResponderEliminarSobre todo anhelo que la protagonista pueda pronto establecer lazos con amapolas, ¡tan rojas y frágiles! pero llenan la retina de atmósferas carmesí. Estos versículos que ofreces me han gustado pese al carisma tristón. Bueno, de todas formas me ha resultado simpático mencionar el croar de las ranas: Nada hay tan sincero como cuando charran en pozas y estanques.
ResponderEliminarDe otro lado, tu bitácora también me ha gustado.
¡Un Saludo otoñal, regido por Un Sol del membrillo, que melancólico como tu poema, es esperanzador por sus colores pastel!
Recibe Mis Saludos de octubre.
J u a n, F e l i z En L a N a t u r a l e z a A s i l v e s t r a d a.
Saludos para ti Juan, Gracias por tu paso y lectura, me siento halagada y alegre por tu comentario, ¡cuidate!
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